lunes, 29 de junio de 2015

Historias de redención.



Mucho tiempo sin escribir en el blog..... Como os decía en mi anterior, muy anterior...., entrada, he estado un poco desconectada de "mundo blogger"  y sus idas y venidas, tan pretenciosas (en muchos casos) y autocomplacientes, redundantes a ratos y bastante publicitarias... La autopublicidad la veo más honrada, ya que si se tiene una web es público y notorio que el blog es un apoyo. Las "colaboraciones" me producen, en cambio, la misma sensación que los anuncios... Despego y tedio....

Tras este impasse, retomo nuestro común espacio (un blog no tiene sentido si nadie lo lee..... y el mío no es una excepción) con una entrada "no moda". 

Se trata de una reflexión en torno a una de mis pelis clásicas favoritas, Escarlata y negro, basada en hechos tan históricos y reales como hoy desconocidos para la mayoría....,  que publiqué en mi perfil personal de Face el pasado invierno y que me apetece, ahora, traer por aquí. 

Es una manera como otra cualquiera de retomar el ritmo..... y pensar un poco.

Para todos Vds., "Historias de redención". 



Creo que hoy día la redención no es un concepto con el que nuestros esquemas mentales estén familiarizados. Sin embargo, todos tenemos necesidad de ser redimidos, y no hablo de religión (sólo, al menos...), ya que es difícil que nuestro paso por la vida sea impoluto. Cada mal causado o cada bien dejado de hacer nos hace acreedores de un perdón y de una justificación... 
 
Vivimos tiempos espantosos.... en cierta manera. Digo en cierta manera porque los horrores creo que no han sido menos en otras épocas, si bien la información es tal y tan a nuestro alcance, hoy día, que es imposible escapar a la conciencia de los crímenes que asolan al planeta y a sus habitantes. El catálogo de desmanes y barbaridades dignas de alguna especie maldita si esto fuera un cuento..., lo malo es que es la realidad..., se nos sirve con la bandeja del desayuno, la comida y la cena con solo conectarnos 2.0... mediante cualquiera de los medios habituales... que son bastantes. 

Por ello, para mí es reconfortante pensar que, a pesar de los inmensos niveles de maldad a los que algunos individuos han llegado, cabe la redención, el autorreconocimiento del mal causado, el perdón libremente otorgado. Es como la otra cara del mal.... la posibilidad del bien. 
 
La historia de redención que hoy os traigo no es reciente. Data de la II Guerra Mundial, nada menos.... Cuando yo era pequeña, no era una fecha tan lejana, ahora, sí lo es.... y mucho. 

Lugar, Roma, tras la ocupación de la ciudad por tropas alemanas en 1943. En el lado del mal, el coronel de las SS Herbert Kappler. Fue nombrado jefe de la Gestapo en la ciudad, con la misión de acabar con las actividades de la Resistencia en la capital italiana. En el "otro" lado, el del bien, Monseñor Hugh O’Flaherty, un sacerdote irlandés destinado en el Vaticano que, con el total apoyo de los que tenían conciencia de sus actividades, dedicó todos sus esfuerzos a ocultar soldados aliados evadidos y familiares de la resistencia italiana, para ayudarles a escapar de los alemanes. Se calcula que llegó a salvar a 6.500 judíos y prisioneros aliados....

Tras la contienda, Monseñor O'Flaherty recibió públicos honores por parte de los Gobiernos de Italia, Canada, Australia, USA y Gran Bretaña, pero su mejor triunfo no estriba en estos merecidos y muy merecidos honores, sino en el hecho de que entre las personas que salvó de la muerte se encontraban la esposa y los dos hijos (niño, niña...) de Kappler.... los cuales no hubieran corrido excesiva buena suerta de haber caído en las manos de los partisanos (y es triste saberlo... la violencia sólo engendra violencia). La familia de su enemigo, por llamarlo así..., fue trasladada sana y salva a Suiza.

El coronel Kappler fue juzgado y sentenciado en Italia a cadena perpetua por crímenes de guerra. Durante los largos años que pasó en la prisión italiana, mes tras mes..., su única visita era la de Monseñor O'Flaherty, que jamás dejó de acudir. En 1959, Kappler recibió el Bautismo en la Iglesia Católica de manos de Monseñor....

Herbert Kappler fue capaz de mirar dentro de sí mismo, asumir su culpa y reconocer el mal causado, desear el bien y solicitar el perdón, el cual le fue otorgado. Herbert Kappler obtuvo la redención por su crímenes, ciertos y seguramente terribles..., porque fue capaz de aceptar que los había cometido y porque quiso salir de su propia maldad. Avanzar.... hacia el bien, el cual le fue mostrado desde el momento en que su familia fue salvada de una muerte previsible por aquél a quien él había reputado como enemigo. Y que, durante muchos años después, hasta ese 1959 en que da el paso de la conversión al catolicismo, siguió presente en su vida mes a mes con sus visitas en la prisión.... 

O'Flaherty y Kappler cerraron un círculo... el del bien que se hace presente y que supera al mal causado.

Pedid a vuestros dioses que hoy en día el mundo siga siendo redimido... porque sigue siendo terriblemente necesario. Ojalá no lo fuese... y Ráquel no tuviese que llorar cada día por sus hijos, utilizando esta cita bíblica... De paso y para concluir..... ved la película "Escarlata y negro", 1983, con Gregory Peck y Christopher Plummer en los papeles de Monseñor O'Flaherty y del Coronel Kappler, en la cual se narra brillantemente la historia cierta que hoy he querido contaros... para nuestra común reflexión.




 Nos vemos de ahora en adelante.... Gracias por pasar por aquí!!


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