jueves, 23 de junio de 2016

Crisis, varias..., de verano.



Imágenes: Hamptons SC


El verano tiene infinitas cosas buenas y para algunas personas es su estación "perfecta"... Para mí, en parte, también. Horas y horas de luz, ambientes bonancibles, de cielos azules o salpicados de nubes algodonosamente blancas. Verdes que se agradecen, cuando están cuidados, en jardines y parques. Dejar de sentir frío... Nunca tienes frío, para los frioleros como yo, es una maravillosa sensación. Relax de horarios, en alguna medida... Los peques de vacaciones marcan ritmos menos rigurosos. Poca ropa..., no es lo mismo ponerse una camiseta y una faldita o pantalón, un vestido..., que medias, blusa, jerseys, chaquetas, abrigos, bufandas, en capas varias y sucesivas. Nos sentimos "bellas" y preparadas para afrontar el día con menos esfuerzo.... y eso, imagino que no soy la única..., personalmente lo agradezco mucho. 

El verano también tiene sus lados menos lindos.... en ese prisma inevitable de nuestra humana condición. Aparte el calor diurno insoportable que debes sufrir en Madrid (yo vivo en Madrid) mientras pisas la calle, numerosas "crisis" se desencadenan en estos meses. Es curioso..., pareciera que la suavidad de los ritmos inclinase el dar demasiadas vueltas a ciertos temas... Vueltas mentales. 

La primera de estas crisis suele tener que ver con los cambios de talla. Es muy normal que tardemos en darnos cuenta, en aceptarlo... Nuestros sufrientes looks sobre la silla, amontonados en desordenada decepción... Qué imagen tan típica de muchas mañanas..., ¿a que sí...?   Sin embargo,  cuando asimilamos esos kilos que el invierno  o las circunstancias...., maternidad, estrés..., mil cosas...., nos dejaron como ingrato añadido y decidimos, conclusión esencial,  salir de compras para hacernos con un par de conjuntos decentes en tanto adelgazamos....,  cuando nos vestimos con las nuevas prendas, que nos sientan bien "de verdad"...,  entonces la sonrisa sale sola. Nos brotan alitas.... Lo cotidiano, lo inspirador, lo útil... Vencer la crisis de la talla no es difícil. 

Más compleja suele ser la crisis del cambio de década... vía cumpleaños. Cambiar de década en verano, para muchas de vosotras, es peor que hacerlo en invierno..... Por aquello que hablábamos antes de que el verano propicia una mayor conexión con nosotras mismas.

En mi experiencia, ante cualquier contexto de crisis,  pero sobre todo ante "la crisis de la edad", la mejor manera de enfrentarla es... no haciéndolo. Pasar por encima o por debajo... En lugar de ponernos a filosofar sobre lo bueno que tenemos, lo bueno que nos queda, lo ganado, lo aprendido y demás participios... ,  comunes y prosáicos lugares aunque sean  ciertos, cultivemos el asombro. Olvidémonos de los años.

El asombro al que me refiero, no es ya el inocente y puro de los niños..., que lo ven todo por primera vez, sino el de una mirada más profunda y serena que se despierta (no todo el rato..., claro está...., qué agotador sería lo contrario) atrapando mil momentos hermosos, especiales en su cotidianeidad... , porque ya sabe (y cada día más) cuánto valen.
Es el asombro de los que intentamos ser conscientes. Sin importarnos mucho el tiempo mientras tanto. Conscientes de "lo que pasa"..., y no solo de lo que "nos pasa", exclusivamente..., conscientes de lo  bueno y lo malo..., de lo justo y lo injusto..., de la solidaridad, de los egoísmos..., mientras elegimos, una y otra vez,  ser felices. Saber mirar de nuevo, siempre, sí,  lo que ya tienes..., pero también y sobre todo  buscar una pequeña nueva ilusión...., o un nuevo reto.

Asombrarse se parece mucho a sacar del armario algo especial y, singularmente..., a crear la ocasión para poder sacarlo
Cambiar de década nos da la posibilidad de experimentar, tal vez un perfume nuevo..., de buscar, tal vez ese estilo que nos definirá, de una vez por todas..., de entender, por fin, lo ininteligible...., que suele dejar de serlo cuando  cultivamos la empatía...., la llamada inteligencia emocional... Nos da la oportunidad de seguir descubriendo... Y de hacerlo en nuestra propia piel. 

Imagen: Andrea Amoretti
Imagen: Hamptons SC
Imagen: Andrea Amoretti
Imágenes actual y anteriores: Hamptons SC

 Gestos, rituales... Insisto en el aura mágica que conseguiréis si sabéis transformar vuestros hábitos más o menos rutinarios e inconscientes en rituales llenos de sentido y de poder.... De poder embellecedor de lo simple y lo sencillo. De escoger una crema de manos...., por ejemplo..., a sentir la delicadeza del gesto del masaje...., del perfume, tal vez..., de una flor...., ese búcaro que hemos puesto en la repisa junto al espejo... Vernos al lado de una flor...., ¿no es ya precioso en sí mismo...?

Puedo ayudarte... Podemos profundizar en todas estas ideas y en todas tus crisis..., enfrentarlas, evitarlas..., a través de uno de mis talleres de estilo. 

Recuerda... Quiero lograr, para ti...., un estilo: el que te hace feliz. 

Nos vemos el martes.... y entretanto... e-mail me.....


mpmolina71@hotmail.com

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